El 8 de febrero de 1964, hoy hace exactamente 60 años, abrió sus puertas la estación de esquí de Soldeu, gestionada por la sociedad Deportes de Nieve Soldeu Incles SA (ENSISA). Lo hacía estrenando el primer telesilla del país, de dos plazas, un telesquí en el Pla d'Espiolets y 10 kilómetros de pistas repartidos en tres pistas. Los impulsores de la iniciativa fueron tres entusiastas de Escaldes-Engordany del esquí, Miquel Baró, Martí Salvans y Josep Torrallardona, y con el apoyo de Crèdit Andorrà, que en 1959 consiguieron del Comú de Canillo la concesión para explotar los terrenos.
Lluís Viu, que fue director de la estación entre 1969 y 1972, destaca que los tres impulsores fueron "muy optimistas y muy atrevidos, y se lo jugaron todo para poder hacer la estación". También remarca el gran crecimiento que ha experimentado ENSISA con los años: “En aquella época ya se proyectaron las pistas que más adelante se irían abriendo, pero nunca pensamos que llegaríamos a ser tan grandes ya tener el número de esquiadores que hay actualmente”.
Entre los momentos clave de la historia de ENSISA destaca en 1971, con la adquisición de la primera máquina pisanieve de Andorra, y en 1981, año en que la estación amplió su dominio hacia El Tarter. En 1987 se instalaron los primeros cañones de nieve, y en 1993 el Comú de Canillo y Creand Crèdit Andorrà pasaron a ser los accionistas mayoritarios de la sociedad, lo que supuso una importante inversión para mejorar las infraestructures
El director de esta nueva etapa, Conrad Blanch, que estuvo al frente de la estación de 1993 a 2017, recuerda el punto de inflexión que supuso: “Históricamente la estación había estado muy centrada en la parte técnica, y en ese momento hicimos un cambio de chip para focalizarnos en las necesidades del cliente, convirtiéndose en pioneros en calidad e innovación”.
A partir de ese momento, la modernización del dominio ha sido imparable hasta convertirse en una estación de esquí de referencia mundial. En 1996 se remodeló el acceso a Soldeu con la puesta en marcha del primer telecabina de ocho plazas de los Pirineos, en 1999 se amplió el dominio hacia la zona del Pla de les Pedres y en 2000 se inauguró el sector de Canillo.
La historia reciente de la estación la ha marcado el nacimiento de Grandvalira en 2003, que supuso que Soldeu El Tarter entrara a formar parte del mayor dominio esquiable del sur de Europa, así como la gran apuesta por convertirse se en una estación de Copa del Mundo. Desde 2012, año en que se acogió la primera prueba del circuito, la proyección internacional de la estación ha sido imparable, lo que ha permitido abrirse a nuevos mercados. También se ha continuado con la mejora constante de los servicios y las infraestructuras, entre las que destaca la reforma del pie de pistas de Soldeu con la construcción de una gran plataforma en 2019. En los últimos 30 años, ENSISA ha invertido en el alrededor de 224 millones de euros, la mitad de ellos en los últimos 10 años.
Aparte de la vertiente competitiva, David Hidalgo, director general desde 2017, también destaca como gran hito de los últimos años la creación de SETAP, el holding que agrupa a ENSISA y EMAP “que ha ayudado a la creación de un forfait de país, un objetivo largamente esperado”. Para Hidalgo, el 60 aniversario de ENSISA "es la demostración de la solidez del sector de la nieve y del hecho de que se haya seguido creciendo, sobre todo con calidad".
La conmemoración de este 60 aniversario se hará coincidir, como no podía ser de otra manera, con la Copa del Mundo femenina de esquí alpino que acoge Soldeu este fin de semana. Este sábado 10 de febrero, entre la primera y la segunda manga del eslalon gigante, se hará un acto de celebración en el World Cup Village, situado en la plataforma de Soldeu. La conmemoración contará con la presencia de las personas que han tenido un vínculo destacado a lo largo de la historia de la estación, e incluirá un pastel gigante y un brindis.
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