Hemos pasado un largo período anticiclónico de mes y medio, que salvo pocas excepciones no ha caído ni un copo. La mayoría de las estaciones españolas cerradas y en algunas montañas el aspecto parece de un octubre reseco. Casi imposible esquiar...¿qué hacer?
No alarmarse, todo cambia y de hecho a partir del 17 0 18 de enero la nieve parece que va a llegar. Pero ¿qué puede hacer un esquiador sin nieve?...Muchas cosas y además cosas que pueden ayudar a prepararse para cuando la nieve llegue. Lo primero, decir que la falta de nieve es subjetiva, todos sabemos de alguien que esquía en un manchón o cuando hay más piedras que nieve y además disfruta. Sin llegar a este extremo y cuando la mayoría de esquiadores "normales" no esquían por falta de su elemento, hacemos algunas sugerencias de cosas básicas para pasar los períodos que no podemos subir a esquiar por falta de nieve y que nos ayudarán a mejorar nuestras condiciones y habilidades en el esquí y en la montaña.
Preparación deportiva y adaptación
Es de sentido común que estar en buena forma ayuda o es decisivo para practicar bien cualquier deporte. En el caso del esquí tanto dentro como fuera de las pistas, hay otros deportes o ejercicios que pueden ayudar muy bien a la disposición tanto física como mental necesarias para esquiar.
Ejercicios al aire libre: cualquier ejercicio o actividad continua que requiera esfuerzo complementa al esquí y si se practica en la montaña mejor. Dentro de los más comunes el montañismo o excursionismo o simplemente caminar por la montaña, nos servirá para conseguir una buena forma, tener actividad, trabajar el cardio y el aspecto aeróbico de forma suave pero continua. Si nuestros conocimientos nos permiten ir un poco más allá de los paseos o excursiones, el alpinismo (sobre todo en terreno mixto o nevado), la escalada o la carrera por montaña son complementos perfectos para el esquí, ya que además de trabajar el cuerpo (fondo físico) nos adaptamos al medio nevado o a la orografía de montaña, a la inclinación o verticalidad y agudizamos nuestros sentidos para estar alerta y reaccionar ante obstáculos, pérdidas de equilibrio, resbalones, etc y nos permiten tener concentración y serenidad en lugares expuestos y saber reaccionar con decisión ante peligros.
Por supuesto que cualquier otro deporte que implique equilibrio y control de la velocidad o del desplazamiento puede ser perfecto para prepararnos en el esquí. La bicicleta y en especial la bici de montaña es quizás de los mejores complementos y suele ser la alternativa veraniega de los esquiadores más fervientes. Todo ejercicio de deslizamiento sirve al esquí, al igual que deportes como la bici en los se "fluye" y si es entre obstáculos (bici de montaña), tanto mejor. El patinaje sobre hielo o con ruedas (especialmente patines en línea), skateboard, hockey, etc. nos ayudan en el equilibrio y control de fuerzas físicas (gravedad, inercias, centrífugas, centrípetas...) así como en el conocimiento postular de nuestro cuerpo (propiacepción).
Ejercicios en el interior: El invierno puede ser peor para los deportes al aire libre por el clima y las pocas horas de luz, el gimnasio o zonas indoor como rocódromos, pistas de patinaje, etc...son una buena alternativa. Evidentemente, cualquier deporte de deslizamiento bajo techo es un magnífico complemento tal como ya hemos comentado. La escalada indoor ayuda mucho para la fuerza, el equilibrio y el manejo del cuerpo y sus pesos (propiacepción). El spinning (un clásico de gimnasios y polideportivos) es otro buen entrenamiento tanto de cardio y para el tren inferior.
En el gimnasio tenemos unos magníficos aliados en las máquinas como las bicis estáticas y, sobre todo, las elípticas que nos recuerdan bastante al paso de patinador y nos sirven para el trabajo aeróbico y para el equilibrio. Hay trabajos específicos para elípticas consistentes en caminar al revés, sin manos o incluso en posición inversa (cuidado con las caídas) que estimulan el equilibrio. Otro aliado excelente son los balones (fitballs), bien el de esfera completa como el de media esfera sirven para trabajar el equilibrio subiéndose y manteniéndose encima y puedo asegurar que no son fáciles de dominar al principio.
El trabajo de musculación siempre viene bien (sin pasarnos) principalmente ejercicios para el tren inferior y abdominales (core), los abdominales son fundamentales en el esquí caso tanto como las piernas. Un trabajo de piernas con o sin máquinas nos lo puede prescribir cualquier monitor de gimnasio y vigilar que lo hagamos correctamente. Para el esquí es mucho más importante las repeticiones que el peso a mover en los ejercicios. Aunque además de resistencia también hay que trabajar la potencia tan requerida en el esquí.
Pero, la máxima a tener en cuenta, es que el esquí es un deporte limitado por el clima y el medio, así que todo esquiador tiene que buscar complementos deportivos. Y lo más importante: muchas veces no es lo que se haga ni cómo se haga, sino estar activos siempre y tener el hábito deportivo asumido como parte imprescindible de nuestra rutina vital.
Formación y conocimientos
El esquí es un deporte que se desarrolla en un medio y, a veces, en unas condiciones (sobre todo el esquí de montaña) que va más allá del puro ejercicio y se convierte en una actividad de gran entidad por duración e intensidad. En este sentido, se dice que el alpinismo y, por extensión, también el esquí, para muchos es más que un deporte una forma de vida. Sin duda alguna, el esquiador fanático constantemente piensa, se informa, habla y practica, aunque sólo sea en la imaginación, su pasión. en este sentido hay que tener mucho cuidado para no aburrir a los ajenos a esta obsesión.
Por ello, además de preparación física el esquí a ciertos niveles requiere preparación mental, intelectual y cultural. Alimentar el espíritu del esquiador es fácil: hay numerosas librerías, editoriales, publicaciones, páginas web, etc...dedicadas al esquí y a la montaña, por lo que leer sobre nieve es fácil y aprender y tener una buena cultura montañera siempre es bueno. En este sentido hay que aclarar que cuando decimos tener cultura montañera, entendemos que se trata de formación sobre montaña, es decir, la base cultural que permite tener conocimientos suficientes sobre cualquier materia, en este caso la montaña y el esquí. Por qué esta aclaración, porque hoy en día hay muchísima información (sobre todo en internet) pero para asimilarla bien es necesario o conveniente tener formación. En el mundo digital sobra información y falta formación, por eso en algunos foros y comentarios se pueden leer auténticas barbaridades o ridiculeces por una deficiente interpretación. Al igual que opiniones sobre publicaciones en las que se puede deducir que quién opina o no se ha leído sobre lo que opina o no sabe leer bien (cosa frecuente).
Además de la lectura o cualquier otro medio para conocer sobre montaña de forma autodidacta, están los cursos, tanto los teóricos como los prácticos. Los cursos son poco frecuentados por los aficionados, excepto aquellos necesarios para obtener una titulación necesaria para dedicarse profesionalmente a la montaña o al esquí. Pero deberían ser fundamentales y nada mejor que si se hacen (los teóricos) cuando no podemos esquiar ya que estaremos aportando formación sin perder tiempo para poder esquiar.
Cursos teóricos: La mayoría de los cursos teóricos son parte o perfeccionan los conocimientos prácticos. Evidentemente en la montaña lo mejor es aprender de la mano de un experto y "metidos en faena" en la nieve, pero también es muy bueno añadir a los conocimientos prácticos un poco de teoría o estudio. De la misma forma que algunos cursos de perfeccionamiento que se imparten en la nieve, tienen luego una parte de aula, por ejemplo, viendo, analizando y corrigiendo posturas o formas del esquiador grabadas en vídeo se aprende a localizar errores y evitarlos. Así, hay conocimientos que nos ayudarán en la práctica deportiva y en la interpretación de la nieve y en el conocimiento del medio.
Algunos cursos con una buena parte teórica o conocimientos que nunca sobrarán y que pueden ser de muchísimo interés para un esquiador son:
- Meteorología aplicada a la montaña.
- Conocimientos básicos de nivología.
- Conocimiento del medio nevado.
- Protocolos en el esquí.
- Primeros auxilios.
- Taller de esquís.
Y, por supuesto, otras asignaturas o materias que si bien no servirán de manera directa sí que pueden ayudar a disfrutar más de nuestras salidas por el monte. Saber sobre biología, geología o historia aunque sea de forma básica, aumentará exponencialmente el disfrute y el aprendizaje en nuestras excursiones. Aunque para ello no haga falta un curso, simplemente leyendo se puede aprender mucho.
Cursos prácticos: como ya hemos adelantado hay cursos prácticos que deben realizarse en la montaña pero que tienen una parte teórica que no hace falta hacer en ella. Por ejemplo aquellos enfocados al conocimiento de técnicas de progresión, aseguramiento, seguridad (autofrenado y autodetención), de los que ya hemos hablado en otros reportajes, y los imprescindibles para el fuera de pista sobre prevención y actuación ante avalanchas como son:
- Uso de ARVA, pala y sonda.
- Protocolo de actuación en caso de rescate en avalancha.
Así como los cursos sobre protocolos de actuación en:
- Accidentes.
- Helicóptero.
- Protocolos de comportamiento esquiando dentro y fuera de las pistas.
- Orientación, mapas y GPS.
Como ya hemos dicho, hay mucha información al respecto y posiblemente poca formación. Podemos realizar o preguntar dónde se imparten estos cursos para cualquiera, en las Federaciones de Montaña, clubes de montaña y esquí, así como a cualquier guía titulado (UIAGM) o empresa de guías de montaña.
Enrique Ribas Lasso es editor de revistanix.com
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